Cuento

  En un pasillo de innumerables puerta  había  un chica que estaba  muy pensativa, me dio mucha intriga en que estaba pensaba  y le fui a preguntar  que era lo que le pasaba. La chica lloraba y apenas podía hablar, pero me contó   que le gustaba  mucho a  chico, el problema  era que la ilusiono  y después no quiso  nada con ella. Llegué a mi casa a comer y me quedé pensando en la chica, quería ayudarla pero no sabía como.  La única información que sabía de ella era su nombre, no sabía cómo localizarla. Al día siguiente me dispuse a  buscarla en el instituto, iba preparando  por lo pasillo pero nadir sabía donde estaba. Cuando iba saliendo del instituto me la encontré  subiéndose a un coche, salí corriendo  pero no me dio tiempo a  hablar  con ella, me quedé solo con la matrícula del coche, ahora solo se  su nombre y la matricula. En esa misma tarde iba ir al parque, y ella estaba allí en el coche, le toque la ventanilla y le pregunte que como seguía, mi consejo era que lo intentará olvidar  y que no se precupara con eso  que habría más amores en la vida. 

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